Vocación productiva artesanal en la Comunidad P’urehépecha de Cherán K’eri y su importancia para el desarrollo comunitario
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Artisanal productive vocation in the P'urehépecha Community of Cherán K'eri and its importance for community development


Ariadna Medina del Valle

Enrique Armas Arévalos


Recibido: 10/02/2022 • Aceptado: 10/03/2022

Publicado: 18/04/2022

Resumen

El objetivo de este estudio es explicar la vocación productiva artesanal de Cherán en el estado de Michoacán y su relación con el desarrollo comunitario. El análisis se centró en determinar dónde se encuentra la mayor concentración de artesanos en la entidad, para ello se realizó un diagnóstico regional a partir de los datos del padrón de artesanos del Instituto del Artesano Michoacano (IAM) y se hicieron recorridos de campo por la comunidad de Cherán. Los resultados revelaron que el sector artesanal rural se encuentra concentrado en la meseta purépecha y no en los puntos de convergencia turística. En la región purépecha resalta la actividad artesanal de la comunidad de Cherán K’eri. Se encontró que la vocación artesanal de Cherán K’eri está enfocada en su mayoría en textiles (76.22%), las maderas (15.45%), la juguetería (6.42%), la metalistería (1.56%) y las fibras vegetales (0.35%). Sin embargo, existen limitaciones y áreas de oportunidad para llevar a cabo acciones a largo plazo para el fomento del desarrollo comunitario. Se pretende que esta información sea de utilidad para intervenciones futuras del IAM, otras instituciones, actores involucrados en el sector y para el diseño de estrategias de desarrollo comunitario que reconozcan y apoyen a la actividad artesanal rural.

Palabras clave

Sector artesanal, desarrollo comunitario, Cherán K’eri, vocación artesanal.

Abstract

The objective of this study is to explain the artisanal productive vocation of Cherán in the state of Michoacán and its relationship with community development. The analysis focused on determining where the highest concentration of artisans in the entity is located, for which a regional diagnosis was made based on the data from the artisan register of the Instituto del Artesano Michoacano (IAM) and field trips were made through the Cheran community. The results revealed that the rural craft sector is concentrated in the Purépecha plateau and not in the points of tourist convergence. In the Purépecha region, the artisan activity of the Cherán K’eri community stands out. It was found that the artisan vocation of Cherán K'eri is focused mostly on textiles (76.22%), wood (15.45%), toys (6.42%), metalwork (1.56%) and vegetable fibers (0.35%). However, there are limitations and areas of opportunity to carry out long-term actions to promote community development. It is intended that this information be useful for future interventions by the IAM, other institutions, actors involved in the sector and for the design of community development strategies that recognize and support rural craft activity.

Keywords

Craft sector, community development, Cherán K'eri, craft vocation.

Introducción

El presente artículo aporta información sobre la vocación productiva artesanal y su relación con el desarrollo comunitario del municipio de Cherán en el estado de Michoacán. Se parte de considerar a la artesanía como componente importante de las expresiones culturales y productivas que se mantienen en las comunidades rurales de la entidad.

En las familias del campo existen diferentes roles, actividades, usos, costumbres y reglas que cumplir para la armonía familiar, pero también para poder subsistir y cubrir las necesidades básicas como las de la alimentación, vestido, vivienda y las de la comunidad. Dentro de las actividades complementarias del campo se encuentra la elaboración de artesanías para distintos fines. Las artesanías forman parte de las múltiples fuentes de ingresos de las comunidades y también remiten a aspectos culturales que dan cuenta de la historia y de la representación simbólica de los pueblos que las producen (Rotman, 2002 y 2007).

La información que aquí se presenta se deriva de la revisión documental, el análisis de los datos del padrón del Instituto del Artesano Michoacano del año 2017, y de entrevistas realizadas en la comunidad de Cherán. Para determinar la vocación productiva artesanal de Michoacán y Cherán se utilizaron los datos del padrón del IAM (2017), y se consideró el número de artesanos registrados por rama artesanal en cada municipio. Ello permitió identificar la concentración territorial de la actividad y las artesanías más importantes en la entidad y en el municipio objeto de estudio. Los datos obtenidos permiten afirmar que Michoacán posee una vocación artesanal diversa y es una de las entidades que más destaca en los onces ramas de la producción artesanal. Además, el acercamiento con los productores de artesanías revelan la importancia de la actividad y las principales dificultades que enfrentan los artesanos en las comunidades rurales.

El documento se organiza en cinco partes. Primero se presenta la definición de artesanía, vocación artesanal y desarrollo comunitario, en un segundo momentos se describe la actividad artesanal en Michoacán, después se presenta la vocación artesanal en la entidad. En el cuarto apartado se presenta la vocación artesanal de la comunidad de Cherán K’eri y la importancia de dicha actividad para el desarrollo comunitario. En el quinto apartado se presenta la discusión y por último se exponen las conclusiones.

Artesanía, vocación productiva artesanal y desarrollo comunitario

Al mencionar el término artesanía se tiene claro que es un producto de identidad cultural comunitaria, hecho por procesos manuales continuos, auxiliados por implementos rudimentarios y algunos de función mecánica y utilizando materia prima que se encuentra en cada región. El dominio de las técnicas tradicionales de patrimonio comunitario permite a la o el artesano crear diferentes objetos de variada calidad y maestría, imprimiéndoles valores simbólicos e ideológicos de la cultura local (FONART, 2018).

A menudo se suele afirmar que

“… una artesanía es un objeto o producto de identidad cultural comunitaria, sobre todo, porque los procesos manuales continuos y el uso de la materia prima es obtenida de la región donde habita el artesano. En otras palabras, es un proceso que se ha mantenido por generaciones y en donde la materia prima identifica a la región, ya sea por su producción, cultivo y preparación. De ahí que, según el desarrollo de los pueblos, la artesanía podía diferenciarse de un pueblo a otro. Además, el uso de técnicas e instrumentos de trabajo vendría a caracterizar el objeto o artesanía creada”. (Rivas, 2018, p. 81, 90).

El artesano es entonces, la persona cuya habilidad natural o dominio técnico de un oficio, con capacidades innatas o aprendidas, con conocimientos prácticos o teóricos, elabora bienes u objetos de artesanía. Siendo la actividad artesanal, un trabajo realizado manualmente en forma individual, familiar o comunitaria, que tiene por objeto transformar productos o sustancias orgánicas e inorgánicas en artículos nuevos, donde la creatividad personal y la mano de obra constituyen factores predominantes que les imprimen características culturales, folklóricas o utilitarias, originarias de una región determinada, mediante la aplicación de técnicas, herramientas o procedimientos transmitidos generacionalmente (FONART, 2018).

Al sector artesanal se le considera una forma de actividad práctica por su valor de uso y también espiritual. Es una forma de trabajo que tiene la peculiaridad de conservar la unidad primigenia entre lo bello y lo útil característico de muchas producciones anteriores a la Revolución Industrial y que se realizaban a partir de un encargo por ser utilitaria, atendiendo a la satisfacción de su doble función estética y utilitaria. La creación puede ser individual o colectiva, pero en sentido general es un tipo de actividad que promueve formas de organización social basadas en la asociación y la cooperación que favorecen la consolidación del sentido de pertenencia y la cohesión social de la familia y la comunidad (Medina y Armas, 2020).

Unas veces su alcance es limitado y se produce para satisfacer sólo necesidades en el marco del autoconsumo individual o colectivo, otras veces se crean para ser comercializadas y generar beneficios económicos al productor o los productores, e incluso para el mercado turístico y de exportación (Benítez, 2018).

Aunque permanece dentro del sector, la intención de hacer del oficio una actividad laboral asalariada digna y acceder a la seguridad social garantizada por los sistemas gubernamentales, se ha transformado en una utopía2 (Medina y Armas, 2020).

Las garantías de estabilidad laboral y la persistencia en el tiempo para determinados oficios, muchos de los cuales inexorablemente tienden a desaparecer, son cada día más difíciles. Las dificultades para la adquisición de activos productivos refuerzan la reproducción intergeneracional con esquemas de desigualdad y de pobreza. Los circuitos crediticios son poco accesibles y de alto riesgo en la actual situación. El crédito es costoso y genera temor en quienes lo requieren. Estos son signos negativos para los diferentes actores de la producción artesanal (Benítez, 2018).

Ahora bien, el origen de las artesanías mexicanas proviene de las zonas rurales, gracias a que los artesanos se han valido de los recursos naturales de su región, como el barro, madera, fibras, talavera, cobre, entre otros para crear sus diseños (Forbes, 2014).

En este sentido, “México posee una vocación artesanal diversa. Los 32 estados de la República tienen múltiples ramas artesanales [..] los estados que más destacan en los once grandes tipos o ramas de la producción artesanal son: Estado de México, Michoacán, Hidalgo, Puebla y Oaxaca, donde se centra la mayor cantidad de localidades productoras” (Saligan, et al., 2017, p. 1201).

La continuidad histórica de la vocación artesanal en México está arraigada entre la población de las distintas comunidades indígena rurales. Aunque los saberes se han ido complementando y creando nuevas formas de utilizar la naturaleza, mucho del conocimiento artesanal perdura gracias a que las familias de artesanos se han encargado de transmitir su saber y técnicas a las nuevas generaciones, perpetuando valores culturales materiales e inmateriales como recurso.

Sin embargo, como explica Turok (1988), las zonas rurales cuentan con marcados obstáculos y carencias. Resalta, por ejemplo, la carencia de tierras para asegurar la producción de auto consumo y para el mercado, y la falta de infraestructura de servicios. Así, el hecho de acceder a una pequeña porción de tierra para un grupo creciente de familias rurales, resulta actualmente insuficiente para cubrir las necesidades básicas de dicha población, por ende, algunas personas del medio rural complementan la agricultura con actividades como la artesanía para tener otro ingreso (Medina y Armas, 2020).

En ese sentido, la actividad artesanal no sólo tiene importancia cultural sino también económica pues se presenta como una de las principales alternativas de autoempleo para ciertos grupos de población que viven en comunidades rurales marginadas, sin embargo, por la posición geográfica de las unidades de producción, fuera de los centros urbanos y de consumo directo, su comercialización se complica (Pérez, et al., 2017).

Ahora bien, la vocación productiva artesanal entendida como las aptitudes, capacidades, habilidades y conocimientos especiales de los actores sociales involucrados para elaborar productos de manera manual en una región o territorio, en virtud de la tradición y arraigo de sus manifestaciones y componentes (materia prima, portadores, productos, usos y sentidos), representa una posibilidad para mejorar el desarrollo comunitario y disminuir las desigualdades entre comunidades aprovechando el potencial endógeno. Ello implica reconocer y fortalecer las actividades productivas u oficios de la localidad, que permitan absorber la demanda de empleo local (Rojas, 2009). Sin embargo, “la compatibilidad entre la vocación del territorio y la actividad que efectivamente se está realizando en él no siempre coinciden” (de la Vega, et al., 2008, p. 9).

Por tanto, definir las vocaciones y potencialidades del territorio, resulta esencial para construir escenarios de desarrollo comunitario que prioricen las necesidades de la comunidad y establezcan proyectos específicos para dar respuesta a dichas necesidades, impulsando la participación organizada de la población bajo los principios de cooperatividad, ayuda mutua y colectividad.

De esta forma se asume que el desarrollo comunitario pone énfasis en la intencionalidad de los procesos subjetivos y superestructurales, tales como el fortalecimiento de la participación, el desarrollo de la conciencia, el fortalecimiento de la identidad y el sentido de pertenencia (Macías, 2013).

Bajo los principios del desarrollo comunitario

“las comunidades tienen derecho a participar en las decisiones que afecten sus condiciones de vida y trabajo. La participación real requiere la intervención de la comunidad en todas las fases de la mejora de la ciudad, pueblo o aldea: planificación, complementación, mantenimiento y supervisión. La participación se debe construir desde la igualdad entre los sexos, e incluir a los jóvenes y ancianos. La comunidades deben impulsar su propio desarrollo y resolver sus problemas desde sus capacidades, recursos y las materialidades de las que se ha apropiado” (Carvajal, 2011, p. 39).

El desarrollo comunitario no es para beneficiar a unos cuantos, ya que su objetivo básico es la colectividad. Es importante diferenciar este aspecto, porque no es raro que el desarrollo comunitario se desvíe hacia la atención de problemas individuales y se transforme en asistencia social, que en cierto momento puede ser un componente, pero no el más significativo, en virtud de que el desarrollo comunitario es principalmente acción social colectiva (Macías, 2013).

Así, desde la perspectiva del desarrollo comunitario, la artesanía debe entenderse en un sentido amplio que contemple a la actividad artesanal como un factor de desarrollo. Esto requiere de la compresión del carácter polifacético y multifuncional de las artesanías como condición para que puedan ser interconectadas con los procesos económicos, sociales, culturales y ambientales. La actividad artesanal en las comunidades es importante porque la población vive en comunidad, generan su propia fuente de trabajo aprovechando los recursos que brinda el lugar, evitando el desarraigo y poniendo en valor la cultura, costumbres e historia además de la vivencia cotidiana (Gallo y Peralta, 2018).

En síntesis, el dominio de las técnicas tradicionales para crear artesanías suelen ser parte del patrimonio comunitario cargado de valores simbólicos e ideológicos de la cultura local. En este marco, la actividad artesanal puede significar una ruta importante hacia el desarrollo comunitario. Asimismo, esta significa para muchas familias rurales indígenas la generación de recursos económicos para la reproducción social y cultural.

La actividad artesanal en Michoacán

El estado de Michoacán se ubica en el centro-oeste del territorio mexicano, comprende 113 municipios y de acuerdo con el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) Michoacán se divide en 10 regiones: Lerma – Chapala, Bajío, Cuitzeo, Oriente, Tepalcatepec, Purépecha, Pátzcuaro – Zirahuén, Tierra Caliente, Sierra – Costa e Infiernillo.

Cuenta con una población de 4,748,846 habitantes, hay 8,423 localidades rurales y 221 urbanas. A nivel nacional hay 185,243 localidades rurales y 4,189 urbanas. En el estado de Michoacán los hablantes de lengua purépecha representan 82.5%, los mazahuas 2.8%, los nahuas 2.6% y los otomíes 0.5% de un total de 105 578 hablantes de lenguas indígenas (INEGI, 2020). Entre sus principales actividades productivas se encuentran el comercio, agricultura, crianza de animales, aprovechamiento forestal, servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, transporte y almacenamiento y el sector artesanal (Gobierno del Estado de Michoacán, 2017).

El sector artesanal en Michoacán es altamente significativo en términos de identidad nacional por su valor histórico, cultural, tradicional, artístico y económico. Además representa la expresión de las etnias indígenas que habitan el Estado y una cantidad importante de población mestiza dedicada a la actividad artesanal. Los grupos étnicos son purépechas, nahuas, mazahuas y otomíes, los cuales se encuentran asentados en comunidades con un alto índice de marginación.

Es importante manifestar, que el estado de Michoacán cuenta con 16 ramas de producción artesanal, mismas que a su vez se materializan en miles de productos agrupados en lo que convencionalmente conocemos como subramas. Michoacán, se encuentra entre los estados que poseen el mayor número de artesanos, ramas y productos artesanales a nivel nacional, generando gran diversidad artesanal.

Las artesanías originarias del Estado son consideradas como parte de su patrimonio y relevantes en su historia, identidad y cultura, como un producto único e irrepetible con una carga histórica importante, así como un oficio tradicional y representativo que significa un medio de sustento para miles de familias michoacanas que viven de este sector (IAM, 2019).

Las ramas artesanales, responden a un conjunto de técnicas de producción en las que se utilizan materias primas similares o complementarias, procesadas para crear productos u objetos comunes entre sí, y que a su vez pueden estar asociadas a algunas subramas, las cuales se componen de una variedad de técnicas particulares de ejecución que se aplican para lograr el producto final (FONART, 2018).

El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) es un Fideicomiso público del Gobierno Federal, sectorizado en la Secretaría de Desarrollo Social, mismo que surgió como una respuesta a la necesidad de promover la actividad artesanal del país y contribuir a la generación de un mayor ingreso familiar de las y los artesanos, mediante su desarrollo humano, social y económico. De acuerdo con FONART (2018) las ramas artesanales son:

  1. Fibras vegetales. Estas incluyen la elaboración de piezas tejidas con las fibras vegetales como la palma, vara de sauce, carrizo, jonote, mimbre o bejuco entre otras.

  2. Textiles. Incluyen tres tipos de producciones: el textil indígena, el cual está tejido en telar de cintura. En estas prendas convergen técnica, tradición, simbolismo, cosmovisión y arte. El llamado textil “mestizo” elaborado artesanalmente, representado en su mayoría por su producción de gabanes, jorongos, sarapes y rebozos que, por lo general, se tejen en telar español llamado de “pedal” o colonial. El bordado y deshilado: blusas, manteles, caminos de mesa, cojines entre otros enseres decorados con técnicas de bordados: tendido, fruncido, pepenado fruncido, punto de cruz y ornamentadas con chaquira, entre otras piezas textiles.

  3. Madera. Esta incluye muebles y piezas elaborados con madera en diferentes técnicas como la incrustación de concha de abulón o madera, tallado, torneado, estofado y policromado.

  4. Maque y Laca. El término “laca” es un vocablo persa, en tanto que “maque” es árabe, y a ambos se les atribuye el mismo significado, que consiste en el recubrimiento y decoración de cortezas vegetales y de frutos y objetos de madera, combinando minerales que se aglutinan por medio de un aceite vegetal, chía, o animal, que se adhieren a las superficies, para obtener una superficie brillante y tersa. Se elaboran cajas, arcones, charolas y platos de madera decorados, bisutería, juguetes y muebles.

  5. Instrumentos musicales. Tales como instrumentos de percusión, aliento y cuerdas elaborados manualmente con materias primas de origen natural y que son utilizados en las danzas y fiestas populares o sacras.

  6. Juguetería. Estos suelen ser lúdicos, en materiales como la alfarería, metalistería, maderas, textiles y fibras vegetales, su característica es que son objetos pequeños que permiten ser manipulados por los niños.

  7. Lapidaria y cantería. La cantería es la actividad artesanal donde se talla la piedra dura, no finas, como es el caso de diferentes basaltos, algunas de origen volcánico y las canteras que en México suelen ser de color negro y rosado. Respecto a la lapidaria, este término se aplica exclusivamente al tallado de piedras preciosas o semipreciosas.

  8. Vidrio (Hialurgia). Incluyen objetos de uso cotidiano, de servicio y de ornato, elaborados con las técnicas de vidrio soplado, vidrio escarchado, de burbuja, prensado, estirado, esmaltado, caso con metal y el de pepita. La materia prima para esta artesanía es el simple vidrio de desperdicio: pedacería polícroma, de todos los orígenes y calidades.

  9. Talabartería y Marroquinería. Trabajo de piel curtida de animales autorizados para su transformación. Contiene todas las técnicas de decorado para la elaboración de piezas de uso personal como botas, cinturones, sillas de montar, etc.

  10. Papel y Cartón. Elaboración de papel ceremonial mexicano, papel amate; y papel de china de uso festivo social y religioso, en los trabajos de cartonería reflejan expresiones lúdicas cargadas de simbolismos y costumbres como los judas y los alebrijes.

  11. Plástica Popular. Incluye cuadros en soporte plano de concha, plumaria, chaquira, lana, estambre, o bordados; pueden ser grabados como jícaras, calabazos y todo aquel donde se contengan expresiones plásticas relacionadas con la vida cotidiana de los pueblos o bien manifestaciones de la cosmogonía de los grupos culturales.

  12. Cerería. Incluye velas decoradas con las técnicas de escamado y de bordado, piezas de cera destinadas para las mayordomías de uso ritual, así como figuras realizadas con molde.

  13. Pirotecnia. Incluye piezas como judas, toritos, o castillos y demás expresiones artesanales relacionadas con las festividades, donde convergen distintos materiales como de fibras duras, cartonería, papel y pirotecnia.

  14. Metalistería. Incluye objetos elaborados con metales no preciosos, destacando las piezas de cobre martillado, hierro forjado, plomo, bronce y hoja de lata, materiales con los que los artesanos de México vienen trabajando desde hace muchos años. Joyería: incluye piezas elaboradas en metales preciosos, oro y plata como accesorios; arracadas, aretes, collares, o pulseras. También incluyen trabajos de bisutería que pueden lograrse con la utilización de materiales como el barro, madera, concha, cuerno de toro, textiles, chaquira, ámbar, semillas, hueso, fibras, entre otros.

  15. Orfebrería. Es el trabajo artístico realizado sobre utensilios o adornos de metales preciosos, o aleaciones de ellos como el oro, plata u otros metales preciosos.

  16. Alfarería y cerámica. Se considera la producción de objetos elaborados con barro al natural, alisado, bruñido y decorado con engobes tanto de uso cotidiano, ritual o de ornato. También la alfarería vidriada que se introduce a México en la época colonial. Asimismo, las piezas de barro policromadas en frío y los objetos de alta temperatura realizados con pasta cerámica (FONART, 2018).

En Michoacán, al igual que a nivel nacional, las principales dificultades que enfrentan los artesanos son: discriminación, pobreza, falta de apoyo de instituciones gubernamentales, baja remuneración económica, poco reconocimiento social, la comercialización de los productos, el impacto del oficio en la salud de los artesanos, la capacitación, sostenimiento para su continuidad, entre otros. La situación actual de los artesanos es una paradoja, pues, a pesar de la gran riqueza cultural que representan como elementos que condensan aspectos históricos, sociales, cosmogónicos y culturales, los ingresos que se reportan en la actividad artesanal no compensan el tiempo de trabajo y el esfuerzo físico que realizan (Saligan, et al., 2017; Torres y Leco, 2018). En términos generales, la artesanía tradicional ha sido sistemáticamente excluida de las políticas de desarrollo, dado que no está considerada como un sector que contribuya al producto interno bruto como tal (Medina y Armas, 2020).



Vocación artesanal de Michoacán

Michoacán es un Estado conocido por su riqueza gastronómica, su biodiversidad y cultura. En la parte cultural se reconoce la producción del sector artesanal y cuenta con organismos creados para su impulso y acompañamiento, tal es el caso del Instituto del Artesano Michoacano (IAM), que es un organismo público descentralizado del Gobierno Estatal, constituido a través de la Ley de Fomento y Desarrollo Artesanal del Estado de Michoacán de Ocampo. Esta ley otorga al IAM facultades y atribuciones para fomentar, preservar, proteger y promover el desarrollo de la actividad artesanal, para contribuir en mejorar el nivel de vida de los artesanos michoacanos (IAM, 2019).

El IAM fue fundado en 1972 como Casa de las Artesanías del Estado de Michoacán de Ocampo, y sus actividades se enfocaban en la preservación y difusión del tradicional arte popular artesanal elaborado en las distintas regiones socioculturales de Michoacán, además de incluir la venta o comercialización de la producción. Actualmente, el IAM tiene como propósito impulsar el desarrollo artesanal a través del Programa Institucional Artesanal en las siete regiones artesanales del Estado: Centro, Occidente, Costa, Oriente, Lacustre, Tierra caliente y Meseta; a través de la comercialización y apoyo artesanal, financiamientos a la producción, abasto de materias primas de calidad, capacitación en las técnicas artesanales, así como la realización de muestras y concursos artesanales estatales, nacionales e internacionales (véase imagen 1).

El programa se encuentra estructurado en tres temas principales:

  1. Comercialización, promoción y apoyo a los artesanos, cuyo objetivo principal se centra en contribuir a incrementar las ventas de los artesanos, a través de estrategias comerciales que permitan elevar sus ingresos y el nivel de vida de este sector.

  2. Equipamiento, abasto, capacitación, investigación y difusión del sector artesanal, donde los principales objetivos son proporcionar capacitación a los artesanos para producir con calidad y preservar las técnicas artesanales, así como abastecer de materia prima a bajo costo a los artesanos.

  3. Muestras, concursos y otorgamiento de financiamiento artesanal, el cual tiene como prioridad beneficiar a los artesanos generando condiciones para la venta directa de sus productos artesanales, mediante muestras, exposiciones, ferias, tianguis dentro y fuera del estado de Michoacán. El Concurso pretende motivar la habilidad, conocimiento, creatividad y calidad entre los artesanos, además de motivar la producción de artículos novedosos. A través del financiamiento, se coadyuva en la labor del artesano, quien tiene la posibilidad de utilizarlo en materia prima, equipo y herramientas.



Imagen 1. Instituto del Artesano Michoacano

Fuente. Fotografía del IAM en Morelia, Michoacán (2020).

Entre los municipios con producción artesanal más importantes en Michoacán, se encuentran los que pertenecen a la denominada “Ruta Don Vasco” en la región purépecha. Actualmente Michoacán cuenta con ocho nombramientos de Pueblos Mágicos y, la Ruta incluye cuatro de ellos: Cuitzeo, Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro y Tzintzuntzan (véase imagen 2).

Imagen 2. Ruta Don Vasco

Fuente. Secretaría de Turismo de Michoacán (2020).

Esta ruta incluye alrededor de 120 sitios para visitar en la denominada meseta purépecha y la Cañada. La ruta comprende zonas arqueológicas como Tzintzuntzan o Tingambato, eventos culturales como el Día de Muertos en Pátzcuaro, la talla de madera, artesanías en cobre en Santa Clara del Cobre, las piñas de loza vidriada de San José Gracia, la alfarería punteada de Cápula y los muebles de madera de Cuanajo, entre otros.

Capula por ejemplo, es la única población en la entidad que cuenta con la certificación de región de origen en tres tipos de artesanía: alfarería tradicional, alfarería punteada y catrinas. Hay talleres de exhibición donde se puede ver la forma en que trabajan el barro y pueden fabricar piezas al gusto del cliente. Paracho por su parte, es mundialmente conocido por las guitarras e instrumentos de cuerda. También en Uruapan se producen rebozos, gabanes, manteles, jorongos, entre otras prendas de lana o algodón. También es reconocido por trabajos de laqueado, normalmente sobre un fondo negro, marrón, púrpura, verde o anaranjado, se dibujan finamente líneas que forman imágenes de pájaros y flores; algunos de esos trazos se hacen con oro de 24 quilates, a esto se le conoce como técnica de dorado. Uruapan también cuenta con un Mercado de Artesanías denominado Domingo de Ramos en donde se pueden adquirir artesanías de todo el Estado.

De acuerdo con los datos del padrón de artesanos del IAM, los municipios de la entidad que producen artesanías son 49: Acuitzio, Angamacutiro, Angangueo, Apatzingán, Aquila, Arteaga, Carácuaro, Charapan, Cheran, Chilchota, Chinicuila, Coeneo, Cuitzeo, Erongaricuaro, Hidalgo, Huandacareo, Huetamo, Huiramba, Jiquilpan, Lagunillas, Lázaro Cárdenas, Los Reyes, Madero, Maravatío, Morelia, Morelos, Nahuatzen, Nocupétaro, Nuevo Parangaricutiro, Numaran, Ocampo, Panundicuaro, Paracho, Pátzcuaro, Purépero, Quiroga, Sahuayo, Salvador Escalante, Tacámbaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tarímbaro, Tingambato, Tlapujahua, Turicato, Tzintzuntzan, Uruapan y Zitácuaro. Y las ramas que registran actividad son; el arte plumario, textiles, fibras vegetales, juguetería, maderas, metalistería, equipales y talabartería, alfarería, lapidaria, pasta de caña, papel picado, cerería, laudería, maque y laca, vidrio soplado y varios (véase tabla 1).

















En cuanto a la participación que tiene cada una de las ramas por municipio el cálculo fue el siguiente: la información se organizó en una matriz o cuadro de doble entrada SECRE: Rama, Municipio; que representa los datos referidos a Rama (columna) y al Municipio (filas) y se creó la matriz Qij (rama, municipio) con el dato de número de personas ocupadas en cada rama artesanal (vease tabla 2 y 3. Matriz doble).

Tabla 2. Matriz doble. Rama-Municipio

RAMA

Acuitzio

Angamacutiro

Arte plumario

8

0


Textiles

0

2


Fibras vegetales

0

0


Juguetería

0

0


Maderas

0

2


Metalistería

0

0


Varios

0

0


Equipales y talabartería

0

0


Alfarería

0

0


Lapidaria

0

0


Pasta de caña

0

0


Papel picado

0

0


Cerería

0

0


Laudería

0

0


Maque y laca

0

0


Vidrio soplado

0

0


Fuente. Elaboración propia con datos del IAM (2017).


Tabla 3. Base de datos de personas ocupadas en cada rama artesanal

Municipio

Rama artesanal

Tiene taller

Número de artesanos

Acuitzio

Arte plumario

1

1

Acuitzio

Arte plumario

1

1

Acuitzio

Arte plumario

1

1

Acuitzio

Arte plumario

1

1

Fuente. Elaboración propia con datos del IAM (2017).

Con la información obtenida del número de personas ocupadas en cada rama artesanal por municipio se procedió a mapear la vocación productiva de los municipios por cada rama artesanal. Por ejemplo, en el caso de la rama artesanal de Arte plumario, el total de artesanos por municipios que se registraron fue de 73 (véase tabla 4).

Tabla 4. Personas ocupadas por Rama artesanal: arte plumario

RAMA

ACUITZIO

MORELIA

PATZCUARO

TACAMBARO

TURICATO

TOTAL

ARTE PLUMARIO

8

56

3

4

2

73

Fuente. Elaboración propia con datos del IAM (2017).

El mapa muestra que los municipios sombreados en claro son en los que la vocación productiva en arte plumario es predominante (Morelia 56, Acuitzio 8) y en el caso de los municipios sombreados en color más fuerte sólo cuentan con presencia de la rama (Patzcuaro 3, Tacambaro 4 y Turicato 2) (véase mapa 1).

Mapa 1. Vocación productiva: arte plumario

Fuente. Elaboración propia con base en SIAP (2019) y IAM (2017).

Al realizar el mapeo de todos los municipios3, se encontró que la mayor cantidad de artesanos por rama artesanal se encuentran concentrados en la Meseta P’urhépecha y no en los municipios que se identifican como turísticos. Lo que indica que la actividad artesanal es importante para la población que habita las comunidades indígenas de la región (véase tabla 5).








Tabla 5. Matriz % de participación de municipios con registro de artesanos

de la Meseta P’urhépecha vs resto del Estado

RAMA

Charapan

Cherán

Chilchota

Nahuatzen

Nuevo Parangaricutiro

Paracho

Tingambato

Uruapan

Personas registradas en la meseta P'urhépecha

Total registros por rama

% participación de la meseta vs estado

Arte plumario

0

0

0

0

0

0

0

0

0

73

0.00

Textiles

523

439

256

440

150

340

129

504

2781

5183

53.66

Fibras vegetales

0

2

0

3

0

12

0

2

19

1844

1.03

Juguetería

0

37

0

2

14

92

0

2

147

354

41.53

Maderas

17

89

3

86

54

213

232

82

776

2354

32.97

Metalistería

22

9

0

0

0

0

0

0

31

734

4.22

Varios

0

0

14

0

0

4

0

14

32

442

7.24

Equipales y talabartería

0

0

0

0

0

0

0

18

18

607

2.97

Alfarería

514

0

1361

0

0

0

0

2

1877

5081

36.94

Lapidaria

0

0

0

22

0

0

0

0

22

325

6.77

Pasta de caña

0

0

0

0

0

0

0

0

0

12

0.00

Papel picado

0

0

0

0

0

1

0

0

1

5

20.00

Cerería

0

0

0

0

0

0

2

0

2

63

3.17

Laudería

0

0

0

0

0

402

0

11

413

420

98.33

Maque y laca

0

0

0

0

0

0

5

149

154

325

47.38

Vidrio soplado

0

0

0

0

0

0

0

0

0

808

0.00

Total artesanos

1076

576

1634

553

218

1064

368

784

6273

18630


Fuente. Elaboración propia con base en IAM (2017).

Resultado. Vocación artesanal en Cherán K’eri

Como resultado del análisis se encontró que la mayor parte de la vocación artesanal se encuentra en le región de la meseta purépecha integrada por 11 municipios, sin embargo, la actividad artesanal se observa sólo en 8 municipios de la región, entre ellos el municipio de Cherán K’eri (véase mapa 2). En la región purépecha el 43% de la población se encuentra en situación de pobreza moderada, 17% se encuentra en pobreza extrema, y 10% es indígena. Adicionalmente, la región concentra más del 50% de la producción de aguacate del Estado4 (Gobierno del Estado de Michoacán, 2017).

Mapa 2. Región purépecha

Fuente. Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED, 2019).

En el caso de las zonas rurales es complicado que éstas cuenten con apoyos y acciones suficientes para reducir la desigualdad. A ello se adhieren problemáticas en temas económicos, políticos, de emigración, de organización política, de localización geográfica o de inseguridad, como es el caso de Cheran K’eri (véase mapa 3).

Mapa 3. Ubicación de Cherán K’eri

Fuente. Elaboración propia con base en datos de Google Maps (2019).

Cherán se ubica a 123 kilómetros de la capital del estado por la carretera Morelia-Pátzcuaro-Cherán. Cuenta con 12,753 habitantes. Es considerado como un municipio indígena, con una densidad de población de 95.87 habitantes por km2, con un grado de marginación medio. Sus principales actividades económicas son la agricultura (siendo el principal cultivo el maíz), explotación forestal, artesanías, costura y bordados, así como la venta de alimentos tradicionales (INAFED, 2019).

En el 2011, la población del municipio se organizó para impedir que un grupo de “talamontes” saliera de Cherán con varios vehículos llenos de madera; y esto llevó a un levantamiento en armas y al inicio de una trasformación en diferentes dimensiones de la vida comunitaria. Dicho proceso lleva más de once años de cambio y, por ello, el municipio ha logrado el recono cimiento a nivel nacional e internacional como el municipio que se gobierna a sí mismo (Ramírez, 2016).

En Cherán existe la valoración de la comunidad como forma de vida y de organización social, de ello se ha derivado un importante proceso de defensa del territorio, de búsqueda de la autonomía y autogestión que ha llevado a la reconstitución de sus formas organizativas basadas en la vida comunitaria. Existe un gobierno comunal integrado por el Concejo Mayor Comunal, y la comunidad se encuentra organizada en cuatro barrios que se dividen en manzanas, cada una con un jefe, operan además las fogatas como unidad celular de organización vecinal (Martínez, 2017). Los barrios realizan diferentes actividades durante el año, para eso establecen un calendario anual de actividades en la comunidad que incluye a hombres y mujeres, e integra actividades del campo, forestales, servicios, comercio y producción de artesanías (véase tabla 6).

Tabla 6. Calendario anual de actividades en la comunidad

Hombres


Comercio

Migración

Mujeres

Elaboración de artesanías

BARRIO PRIMERO

Servicios, la ganadería, la agricultura y el aprovechamiento de la madera

mayo a diciembre

Todo el año


Servicios, ganadería y agricultura

Mayo a diciembre

BARRIO SEGUNDO

Comercio, la carpintería, los cohetes y la construcción. La extracción de resina, la cosecha y las artesanías son relegadas en segundo lugar

Todo el año


El trabajo doméstico, obtención de resina, comercio y carpintería, otras actividades como la producción de camisetas se realizan en junio, julio y agosto, la siembra de avena en junio y agosto

BARRIO TERCERO

El comercio, servicios, ganadería, artesanías, forestal, apicultura y construcción. Actividades relacionadas con la agricultura se realizan en los meses de marzo, agosto y diciembre.

Todo el año


Comercio, servicios, forestal, ganadería y elaboración de artesanías.

BARRIO CUARTO

Comercio, la ganadería, el transporte, los servicios y la resina. La siembra se realiza de marzo a abril, la cosecha en noviembre y diciembre.

Todo el año


El comercio, la agricultura, elaboración de queso y leche, además de la extracción de resina, actividades agrícolas y de reforestación se realizan de manera intermitente en el año.

Fuente. Elaboración propia con base en datos de Concejo Mayor Comunal (2020).

De acuerdo con lo anterior, en la organización y realización de las actividades es importante la visión comunitaria que fomenta las redes de apoyo mutuo entre la población y potencia el trabajo interactivo de los artesanos de la comunidad que nos ocupa.

Cherán es un municipio con mucha tradición, se distingue por su actividad artesanal en la que predomina el bordado y deshilado, joyería, así como la madera transformada en muebles, máscaras y juguete popular. Aunque el sector trabaja de manera individual, los artesanos convergen en fiestas patronales, tianguis y concursos artesanales de textiles y de madera en la comunidad indígena (Hernández, 2019). Dichos eventos se presentan como espacios de comercialización que aprovechan los artesanos para la venta directa de sus productos.

Ahora bien, según el padrón de artesanos a nivel estatal, en Cherán destaca las actividades artesanales de juguetería (37), textiles (439), maderas (89), metalistería (9) y fibras vegetales (2). El total de artesanos registrado en el padrón del IAM es de 576, es decir, un 8.46 % del total estatal5. Resalta que el menor registro de artesanos se encuentra en la rama de fibras vegetales, a nivel estatal existen 1,844 artesanos en total y de Cherán son sólo dos artesanos, lo que representa un .10 %, pese a que la comunidad prioriza la conservación de los bosques (véase gráfica 1).













Gráfica 1. Vocación artesanal: Cherán K’eri

Fuente: Elaboración propia con datos de IAM (2017).

Dentro de las piezas recibidas por el IAM de concursos realizados en Cherán se pueden encontrar piezas de madera, guitarras, muebles, joyería, juguetes, etc., y en textiles; blusas de manta tejidas con gancho y deshilados o relindos, delantales bordados en punto de cruz con hilo de un solo color son algunos de las piezas de la comunidad. Resulta importante señalar que es usual que a los concursos y ferias no asistan directamente los artesanos de Cherán, sino que son artesanos de comunidades cercanas o intermediarios que recolectan las piezas para después ponerlas a la venta en distintos espacios de la entidad (véase imagen 4-5).

Imagen 3. Vendedora de textiles

Fuente. Fotografía tomada en la Comunidad de Cherán K’eri, octubre 2020.


Imagen 4. Venta de joyería tradicional

Fuente. Fotografía tomada en la Comunidad de Cherán K’eri, octubre 2020.

Imagen 5. Vendedores de bordados de la plaza

Fuente. Fotografía tomada en la Comunidad de Cherán K’eri, octubre 2020.

En Cherán, la población presenta una vinculación y apropiación del territorio de manera significativa, forman parte de éste y, por tanto, tienen la determinación de preservar, desarrollar y transmitir de generación en generación sus territorios y su identidad étnica. La población, basada en su existencia continua como pueblo, así como en el uso de sus costumbres y tradiciones como forma de autogobierno que determina el rumbo a seguir en la comunidad, reconocen la importancia de la actividad artesanal y plantean un modelo que posibilita el impulso de una nueva forma de concebir y vivir el empleo en la comunidad, que permite el desarrollo de la actividad artesanal en la comunidad.

Artesanos como el Sr. Miguel y el Sr. Juan con más de 50 años en el oficio del juguete tradicional, afirman que desde niños aprendieron con sus padres y estos a la vez con familiares o bien desde niños eran llevados a los talleres como aprendices. Dicho oficio es rico en tradición oral, donde se les enseña a tocar y oler la madera para saber si se puede trabajar con ella y no presentará daño alguno al momento de cortarla, lijarla, pintarla y finalmente al llegar a manos de los propios hijos o de compradores. Reconocidos dentro de la comunidad por su trayectoria e importancia, mencionan que hubo un tiempo donde las instituciones dedicadas al apoyo del sector artesanal como FONART o el IAM los apoyaban con cursos, capacitaciones, material, equipo de seguridad y recurso económico como parte del apoyo al sector. Sin embargo, estos apoyos han ido disminuyendo hasta casi desaparecer (Entrevista, 2020).

Además, de acuerdo al informe anual de la comisión de artesanías del último Concejo 2020-2021; se afirmó que en la ciudad de Uruapan, Michoacán, donde se lleva a cabo el tianguis artesanal más grande del estado se suspendió por la pandemia Sars Covid-19, se suspendieron también los eventos artesanales, los concursos y las fiestas patronales. Lo anterior afectó las ventas de los artesanos donde no hay mercados para la distribución de productos, y disminuyó los ingresos familiares (Concejo Mayor de Gobierno Comunal, 2021).

Por último, en la comunidad de Cherán es posible observar importantes esfuerzos para fomentar las actividades artesanales. Resaltan en este sentido los talleres de bordado, las invitaciones para aprendices en talleres madereros, y la venta de productos en redes sociales. Sin embargo, no existe todavía una estrategia comunitaria integral que recupere los recursos, conocimientos y acciones individuales, y diseñe una ruta de largo plazo para el sector artesanal en la comunidad.

Discusión

En las familias del campo existen diferentes roles, actividades, usos, costumbres y reglas que armonizan las dinámicas familiares para poder subsistir y cubrir necesidades básicas como alimentos, vestido y las actividades propias de la comunidad. Dentro de las actividades del campo están la siembra, laboreo, abonado, riego, fertilización, poda, cuidados del sembradío, cosecha, cuidado del ganado, animales de corral, pesca, cuidado de los bosques. Y dentro de las actividades complementarias a las del campo, entre otras, se encuentra la elaboración de artesanías para uso cotidiano, para el trabajo, como ornato personal, uso en rituales, juegos, danzas, fiestas y como valor de cambio.

A los artesanos de las áreas rurales se les ve como campesinos que producen bienes de autoconsumo, tal como lo describe la visión campesinista; como modo de vida rural de tradición, la cual estudia a los artesanos por la actividad que realizan. Sin embargo, desde la antropología, el sector artesanal se ve de otra manera, como unidades de producción familiar, porque elaboran piezas, hechas en su totalidad, a mano. Emplean mayoritariamente, mano de obra familiar, tienen características rurales como complejo de organización formal, comportamiento individualista y con actitudes sociales estrechamente unidas entre sí; producen con herramientas simples y trabajo humano. Los estudios desde esta perspectiva se centran en describir las particularidades del sector y subrayan su importancia histórica y cultural (Toledo, 2012). Sin embargo, poco se dice de su interacción con el mercado.

Para Novelo (1976), hay una falla metodológica al hablar de artesanías, que implica polemizar sobre las definiciones entre arte popular, artesanías, artesanías artísticas, manualidades, etc. Generalmente, señala Novelo (1976), se habla de las artesanías como resultado y no como proceso. Sugiere, en este sentido, la necesidad de explicar el proceso de producción de las artesanías, porque así adquiere mayor importancia, puesto que uno de los criterios más utilizados para la definición del concepto es el papel del trabajo manual en la elaboración de los productos y de este modo apareció como cuestión fundamental el estudio de las formas de producción de artesanías, esto es, la manera en que los individuos, como productores, se presentan ante su objeto y sus instrumentos de trabajo; las relaciones que se entablan entre aquéllos en el proceso de producción y el producto resultante. Así, se conocerían no sólo las diferentes formas de organización del trabajo de producción de artesanías, sino el tipo de producto que emana de esas formas de acuerdo con el trabajo que lleva incorporado (Turok, 1998).

Aunque los artesanos tienen una profusa actividad comercial, extendida por casi todo el país, se organizan, a nivel familiar, para no desatender la agricultura, ni las obligaciones ceremoniales, ni los servicios comunitarios. Invierten las ganancias artesanales en tierras, animales, viviendas y fiestas internas. En el comercio se mueven individualmente o en familia, y realizan sus ventas usando las redes colectivas para compartir información sobre ciudades lejanas e instalarse en ellas reproduciendo las condiciones materiales y simbólicas de su vida cotidiana (García, 1977).

Por tanto, y de acuerdo a lo anterior, el estudio del sector artesanal requiere de enfoques teóricos y metodológicos que no solamente describan cómo se hacen las artesanías y sus características, sino que recuperen la percepción de los artesanos y sus procesos articulados al territorio. En ese sentido, es necesario identificar diversas formas de organización artesanal, los aspectos productivos comunitarios generales y su relación con la economía nacional (Novelo, 1976).

Ahora bien, para comprender los problemas del sector artesanal en las zonas rurales en Michoacán no sólo es necesario describir y clasificar los procesos de producción en el producto resultante, sino identificar las formas de organización del trabajo artesanal desde la percepción de los artesanos como actores clave del sector. Es evidente que el conocimiento artesanal está arraigado en las comunidades y se expresa en la vocación productiva de la población rural e indígena. Por ende, los productos artesanales integran saberes, cosmovisiones, tradiciones, usos, costumbres, respeto a los recursos naturales y el vivir en comunidad.

Sin embargo, las problemáticas del sector artesanal en Michoacán están vigentes, como lo manifiesta el mismo IAM y los productores. Resalta:

Conclusiones

El rol que tiene el artesano tradicional no es solo el de conservar sino transmitir tradiciones, ser capaz de generar autoempleo y aportar con su trabajo a la economía dentro de su comunidad. De acuerdo con este análisis se deben plantear nuevos escenarios para la vocación y las ramas artesanales, vistas desde su entorno y puesta en relación con contextos y procesos más amplios. Se observa pues, que pese a las distintas problemáticas a las que se enfrenta la actividad artesanal en las comunidades rurales, los oficios persisten y se van adaptando a las dinámicas de producción, comercialización y consumo actuales.

De acuerdo con datos de FONART, son 12 millones de mexicanos los que elaboran artesanías, lo que representa el 10% de la población económicamente activa de nuestro país. Otro de los resultados reveladores que arrojó el INEGI en 2011, es que la aportación de las artesanías en el sector cultural es del 17.8% estando por arriba de lo generado por la industria editorial, las artes escénicas y espectáculos. Es decir, es una actividad de gran importancia y a la cual las comunidades aportan su trabajo.

Por su parte, la vocación artesanal genera ingresos para las familias y para las comunidades de población rural e indígena. Encontramos que la vocación productiva de Cherán está enfocada en su mayoría en textiles y maderas, y en menor medida en la juguetería, metalistería y fibras vegetales. Dicha vocación se sustenta en los conocimientos, habilidades, actitudes, elementos identitarios, recursos disponibles en el lugar y las redes con que se encuentran vinculados los procesos de trabajo y de vida de los artesanos; y se presenta como una oportunidad para aprovechar los factores de producción en el sector y contribuir en la configuración del desarrollo comunitario con esquemas participativos e incluyentes.

Es evidente que pese a los esfuerzos de distintos actores para fomentar la actividad artesanal existen fuertes limitaciones para los productores para poder realizar de manera adecuada la producción y comercialización de los productos. En este sentido, la consideración de la multiplicidad de elementos que están presentes en el proceso artesanal puede orientar hacia la comprensión de los problemas que impiden mejorar la actividad artesanal y las condiciones de vida de los artesanos en las comunidades, y simultáneamente determinar que caminos se deben adelantar para favorecer la vocación productiva artesanal y garantizar los recursos para su implementación.

Bibliografía citada

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Turok, M. (1988). Como acercarse a la artesanía. México: SEP.

1 El presente texto se sustenta en los resultados de investigación de la tesis de doctorado "El sector artesanal para un Desarrollo Comunitario: caso juguete tradicional en la comunidad P’urhépecha de Cherán K’eri, Michoacán, México “. Doctorado en Ciencias del Desarrollo Regional. UMSNH-ININEE.

Estudiante del Doctorado en Ciencias del Desarrollo Regional. Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Correo electrónico: arimdelvalle@gmail.com Orcid https://orcid.org/0000-0001-6752-6961.

 Doctor en Ciencias en Negocios Internacionales. Profesor del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la . Correo electrónico enrique.armas@umich.mx Orcid https://orcid.org/0000-0003-2072-2257.

2 Del lat. mod. Utopía, isla imaginaria con un sistema político, social y legal perfecto, descrita por Tomás Moro en 1516, y este del gr. οὐ ou 'no', τόπος tópos 'lugar' y el lat. -ia '-ia'. 1. f. Plan, proyecto, doctrina o sistema ideales que parecen de muy difícil realización.2. f. Representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano. (Real Academia española: Diccionario de la lengua española, 23ª ed., https://dle.rae.es, 2021).


3 Por cuestiones de espacio no se presentan todos los cuadros y mapas.

4 Michoacán concentra el 84.9% del volumen de producción de aguacate en México, con más 120,000 hectáreas de cultivo certificadas para la exportación y más de un millón de toneladas al año. En la región Purépecha destaca el municipio de Uruapan (El Economista, 2017)

5 Sin embargo, en el 2019, el Concejo Mayor estimaba que en el municipio existían 600 personas dedicadas a la artesanía, entre las que se podían identificar camisas y blusas de relindo, así como de punto de cruz, trompos, baleros, huaraches y mascarás (Hernández, 2019).


HorizonTes Territoriales, Vol. 2, Núm. 3, enero-junio 2022. Págs. 1-27. ISSN: 2683-2895.

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